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lunes

Depilación bajo el sol (laser, luz pulsada)

En los ’40 empezó a hablarse de la depilación eléctrica termólisis y electrólisis, y en la década del ’90 el láser llegó para revolucionar la medicina estética. “Desde entonces, se ha ido perfeccionando, y hoy en día contamos con tratamientos no invasivos e indoloros, por los que el pelo es eliminado selectivamente, protegiendo los tejidos circundantes”, puntualiza la médica dermatóloga Velia Lemel, directora del centro que lleva su nombre. La depilación láser promete eliminar el vello indeseable en cualquier zona del cuerpo y época del año, sin dolor, y en pocas sesiones. Pero además genera producción de colágeno, aclarando manchas, y mejorando la calidad de la piel.

E.L.O.S.: combina la energía de la radiofrecuencia y del láser (luz pulsada), con refrigeración externa para brindar un máximo nivel de resultado y conformidad. Actúa mediante el calor, destruyendo el pelo y el bulbo, que se encuentra a más de 300 micrones de profundidad. La luz pulsada destruye el folículo piloso con energía calórica, mientras que la radiofrecuencia –gracias al campo magnético que genera– permite llegar a la profundidad de cada zona a depilar. Obtiene resultados que con otras tecnologías son difíciles de lograr, como es el tratamiento en pelos finos y muy claros. No es doloroso, y tiene un sistema de control permanente de temperatura, por lo que no hay riesgo de sufrir quemaduras. Puede depilarse cualquier zona del cuerpo. Se realizan de 6 a 10 sesiones, con intervalos de 20 a 30 días entre una y otra. Un mes antes de la primera sesión hay que comenzar a rasurar la zona a depilar. No se debe arrancar el pelo, por lo tanto están contraindicados la cera, máquinas que arranquen el vello y pincitas. Está indicado en todos los casos, incluso en pieles oscuras, bronceadas, hipersensibles, con dermatitis seborreica, en pelos blancos y muy finos. Una de sus grandes ventajas es que no es necesario tener ningún grado de crecimiento de vello, ya que la radiofrecuencia permite ir a la búsqueda del folículo piloso en profundidad. De esta manera es posible rasurarse el mismo día de la sesión. Trata exitosamente la foliculitis (pelos encarnados), y entre sus beneficios adicionales deja la piel suave, sin manchas y con firmeza. Esta tecnología en depilación se utiliza además en otros tratamientos, como en problemas de tipo vascular (arañitas y várices), rosácea o cara roja, acné, melasma (manchas del embarazo), fotoenvejecimiento, arrugas y celulitis severa (desde $ 75 por sesión, ByS y Medicina para el Cuidado, Estético Dra. Silvana Dato).

Soprano XL: es un sistema láser que trabaja bajo el principio de fototermólisis selectiva, es decir, que dirige el calor en forma “selectiva” hacia el pelo, y lo conduce hasta el folículo (su raíz), eliminándolo. Actúa gracias a la melamina –pigmento oscuro que abunda en el pelo, pero que existe en menor cantidad en la piel–, de esta manera elimina el vello y su raíz, sin dañar ni perjudicar la piel. El láser es una luz potente que da calor. Este calentamiento progresivo de la dermis daña el folículo y previene que vuelva a crecer, sin necesidad de analgésicos o sistemas de enfriamiento extra. El pelo se remueve a partir de una técnica de barrido, por lo que no deja ningún punto o zona sin tratar. Es aplicable a todo tipo de piel y vello, y puede realizarse durante el verano (cuidando la piel con un factor de protección solar mayor a 30), en pieles recién bronceadas y oscuras. Se realizan entre 6 y 8 sesiones, espaciadas cada 30 o 40 días. Puede realizarse en cualquier zona del cuerpo. Durante el tratamiento, no se debe utilizar ningún método que arranque el vello desde la raíz. El pelo tiene tres estadíos diferentes: una primera fase de crecimiento anágena, desprendimiento catágena y por último una fase de descanso telógena. El láser sólo trata el pelo en su estadío de crecimiento anágena, por lo que se debe rasurar la zona a tratar 24 o 48 horas antes de la sesión. El tratamiento está contraindicado en el embarazo y lactancia, en pacientes medicados con Isotretinoína, cáncer de piel particularmente, diabetes insulinodependiente, epilepsia, herpes, cicatrices queloideas, trastornos de la coagulación, piel seca y pelos blancos. En cambio, resulta ideal en personas con foliculitis (pelos encarnados), hipertricosis (exceso de vello), hirsutismo (exceso de pelo por desórdenes hormomales) o por motivos estéticos. Además de la depilación, mejora la piel, dejándola más suave (desde $ 100 por sesión, Lasermed, Depilogie y Velia Lemel Piel & Láser).

Luz pulsada: para la depilación con este tratamiento se utilizan los sistemas de luz y calor, que matan el vello indeseado, trabajando a través de la melanina (pigmento del pelo), por donde llegan al folículo piloso (raíz), deshabilitando el futuro crecimiento. La aplicación se realiza con un cabezal que emite una potencia que logra debilitar progresivamente el vello en todas las zonas del cuerpo. Se aplica con un gel frío y se utiliza un cooler que se encuentra en el mismo cabezal, para que no se sienta el calor de la emisión de luz. Las sesiones son completamente indoloras y no presentan efectos colaterales. Como este sistema trata los folículos en el ciclo de crecimiento, y el vello tiene distintas fases, son necesarias varias sesiones para lograr resultados óptimos. El resultado es una piel libre de vello, mucho más suave y sedosa. Generalmente se realizan entre 6 y 8 sesiones, espaciadas cada 30 días. Se recomienda el uso de pantalla solar por 48 horas luego de cada sesión, en cualquier área tratada que se exponga al sol. Además de utilizarse para depilación, la luz pulsada logra resultados óptimos en distintos tratamientos como el rejuvenecimiento facial, la corrección de manchas, la eliminación de cicatrices y arañitas (desde $ 70 por sesión, Centro de Estética Médica & Medical Spa Dra. Sciales, Centro Médico Láser Aegyna, Estética Médica Dra. Sanguinetti, Lidherma).
Los precios indicados en el artículos son una mera referencia, corresponden estrictamente a los artículos descriptos y pueden sufrir modificaciones realizadas en cualquier momento por las firmas responsables
por marina cociffi, Para ti

martes

Nuevos básicos para tu clóset


Todas sabemos que es básico tener un vestido negro en el clóset, una t-shirt blanca, una negra, unos buenos jeans y un bra que nos ajuste perfectamente. Es cierto que estos son esenciales, sin ellos nuestro guardarropa es como un avión sin tren de aterrizaje. ¿Pero qué hay de los básicos más allá de estos básicos? Pues aunque ya varía mucho en torno al gusto y estilo de cada quien si hay algunos básicos no tan básicos que pueden alegrar tu guardarropa haciéndolo más versátil.


Básicos con color:Según Leatrice Eismen directora del instituto Pantone, hay 4 colores que le quedan bien a cualquier mujer sin importar su tono de cabello o piel. Digamos que estos se consideran equivalentes de la t-shirt blanca, y esto es porque son colores que están al centro del espectro de color. Los colores son morado berenjena, rojo vivo, azul turquesa, y rosa pálido, así que comprar camisetas o accesorios con estos colores te puede salvar de varios tropiezos.


Suéteres delgados:Tener una buena colección de suéteres delgados de cuello en "v" o cárdigans con botones en varios colores es importante. Ya sean de algodón o cashmere, estos ayudan a complementar un atuendo sin verse desarreglados. Además de que son muy cómodos pues ayudan a vestirse en capas, algo fundamental para días en los que pasas por todas las estaciones del año en 24 horas (es común que esto suceda en la ciudad de México en específico).


Básico sello de distinción: El traje sastre gris Oxford. Para la mujer de negocios es tan elemental como un vestido negro. Pero en realidad es una pieza fundamental para toda mujer urbana, siempre se ve arreglado y es de esas piezas que te lleva de un desayuno a un cocktail por la noche y no deja de verse bien. Es una pieza en la que hay que invertir un poco más pues el estilo debe acercarse más al de lord inglés que el de vendedora de tienda departamental.


Básicos de temporada: Las bufandas son un accesorio que bien combinado realza un atuendo, además de que suelen ser muy útiles y versátiles. Son una forma de incluir estampados en tu moda sin parecer un papel tapiz.Botas a los tobillos, son lo más in en este invierno; unas botas grises van con todo y no te dejarán pasando frío.


Déjalo fuera: Las chamarras de burbujas. Sí son cómodas, pero no son lindas y jamás favorecen la figura a menos de que lo que quieras parecer sea el logo de las llantas Michelin. Están completamente pasadas de moda así que mejor evítalas este invierno.

Por: Eugenia Correa

"El segundo sexo"

"La mujer", o más exactamente lo que entendemos por mujer
(coqueta, frívola, caprichosa, salvaje, etc.) es
un producto cultural que se ha construido socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija, hermana... Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. Muchas de las características que presentan las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino de cómo han sido educadas y socializadas. La frase que resume esta teoría es muy célebre: "No se nace mujer, se llega a serlo" Simone de Beauvoir.