Muchas personas sufren de reflujo gastro esofágico, una condición médica que ocurre cuando el esófago se irrita o inflama debido a que los ácidos del estómago vuelven hacia arriba. Lo cierto es que los síntomas se alivian teniendo en cuenta ciertas medidas dietéticas.
El esófago es el "tubo" a través del cual pasan los alimentos cuando los comemos hacia el estómago. Este último se encarga de producir ácido clorhídrico para poder digerirlos, y está recubierto de células productoras de moco para proteger sus paredes de la acción de los ácidos. La pared del esófago, en cambio, no presenta dicha característica, por lo que el contenido ácido del estómago daña sus paredes, irritándolo.
Entre estos dos órganos existe una válvula llamada esfínter esofágico que se abre cuando se traga para permitir el paso del bolo alimenticio, para luego cerrarse evitando que el mismo vuelva hacia arriba. En el RGE, la válvula permanece relajada haciendo que el contenido ácido regrese dañando las paredes del esófago.
Recomendaciones nutricionales
Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, es importante que se lleve a cabo una alimentación adecuada para disminuir y aliviar los síntomas así como también ayudar a la curación del tejido esofágico. La misma debe ser baja en grasas saturadas (grasas animales y coco) e hidrogenadas (margarinas y aceite vegetal hidrogenado) pero rica en fibras solubles.
Se deben consumir pequeñas comidas con mayor frecuencia, recordando que a mayor volumen de comida mayor será la producción de los ácidos gástricos. Además, durante los ayunos prolongados se van acumulando estos jugos en el estómago empeorando los síntomas. Masticar bien y comer despacio asegura una mejor digestión de los alimentos.
* Elegir verduras como zanahorias, tomates sin la piel o las semillas, zapallitos y berenjenas sin la piel ni semillas, palmitos, puntos de espárragos, corazón de alcauciles, calabaza. Evitar las verduras crudas en los períodos agudos de la enfermedad, en especial las de hoja.
* Se deben consumir verduras ricas en betacarotenos y frutas que contengan vitamina C.
* Seleccionar alimentos ricos en zinc como los mariscos y el salvado.
* Preferir manzanas, banana maduras, duraznos, damascos, pera. Evitar aquellas con semillas como las frutillas, kiwis y frambuesas, y los cítricos.
* Utilizar cereales refinados (arroz blanco, polenta, harinas, pan blanco tostado, fideos de laminado fino).
* Evitar las costras quemadas de las carnes.
* No consumir café, té oscuro, bebidas alcohólicas, gaseosas, jugos cítricos, ni azúcares refinados: estos son irritantes de la mucosa gástrica.
* Evitar los picantes y las especias como pimienta, nuez moscada, menta.
* No consumir chicles ni caramelos ácidos, ya que se estarían produciendo ácidos sin recibir después ningún alimento.
* Consumir los alimentos y bebidas a temperaturas templadas.
* Evitar las frituras, sal, chocolate, las grasas en general y los alimentos procesados.
* Para aliviar rápidamente los síntomas, beber tragos grandes de agua a temperatura ambiente ya que ayuda a diluir los ácidos del estómago.
* No beber leche de vaca para aliviar la acidez, ya que si bien neutraliza los ácidos, el calcio y la proteína que contiene estimulan más la producción de los mismos. En su lugar se puede utilizar la leche de soja bajas calorías.
Últimas recomendaciones
Además de las recomendaciones dietéticas existen otras que son útiles a la hora de aliviar la acidez:
* No acostarse inmediatamente después de haber comido, esperar por lo menos una hora.
* Al acostarse, que la cabeza quede más arriba que la boca del estómago; esto se puede hacer usando tacos de madera en la cabecera de la cama para que quede más levantada o utilizando más almohadas.
* No fumar: el humo del tabaco es una sustancia irritante y aumenta la actividad gástrica.
* Evitar el estrés, se pueden aprender técnicas para manejarlo. El yoga y la meditación son métodos de gran ayuda.
