Cuando sentimos que tenemos sed y que queremos tomar algo… ya estamos deshidratados. La idea es tomar agua antes de tener sed, porque cuando tenemos sed ¡ya es tarde!
El agua debe tomarse fría, a unos 22 grados centígrados. De esta manera también ayudará a activar el metabolismo, que siempre es bueno para no engordar.
Para saber cuánta agua hay que tomar tenemos que calcular nuestro peso, nuestra altura y la intensidad de la actividad física que hacemos. ¡No es cuestión de tomar agua todo el tiempo y de cualquier manera! Por último, quería decirles una cosa que no es tan obvia:
SI TOMAMOS MUCHA AGUA NOS PODEMOS DESMINERALIZAR Y ESO NO ES NADA BUENO.
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